Presupuesto asignado a las startups de desarrollo de software: Un panorama de cinco años
Este documento explora las tendencias de asignación presupuestaria en las startups de desarrollo de software durante sus primeros cinco años. Esboza las estrategias financieras empleadas durante las fases inicial, de crecimiento y de establecimiento, haciendo hincapié en cómo evolucionan los gastos de desarrollo de productos a medida que la startup madura. Comprender estas fases puede aportar información valiosa tanto a los empresarios como a los inversores.
Fase inicial (Año 1-2)
En las primeras fases de una startup, sobre todo en el desarrollo de software, una parte importante del presupuesto se dedica a crear un Producto Mínimo Viable (PMV). Durante esta fase, las startups suelen gastar más del 100% de sus ingresos en el desarrollo del producto. Esto se debe principalmente a los altos costes asociados al desarrollo de software, que pueden consumir casi todo el presupuesto -hasta el 100%- hasta que el producto está listo para el mercado. La atención se centra en gran medida en la creación de un producto funcional que pueda atraer a los primeros usuarios y validar la idea de negocio.
Fase de crecimiento (3-4 años)
A medida que la startup empieza a madurar y a generar ingresos, la asignación presupuestaria empieza a cambiar. Aunque el desarrollo de software sigue siendo prioritario, el presupuesto global empieza a diversificarse. Por lo general, alrededor del 60% del presupuesto se sigue asignando al desarrollo, pero el marketing y las operaciones empiezan a llevarse una parte más significativa. Durante esta fase, los esfuerzos de marketing aumentan gradualmente, reflejando la necesidad de promocionar el producto y ampliar la base de clientes. Este cambio en la asignación presupuestaria es crucial para sostener el crecimiento y garantizar que la nueva empresa pueda competir eficazmente en el mercado.
Fase establecida (a partir del 5º curso)
Hacia el quinto año, la startup suele centrarse en ampliar sus operaciones. En consecuencia, el porcentaje del presupuesto destinado al desarrollo de productos en curso disminuye considerablemente. En esta fase, es habitual que alrededor del 20-23% del presupuesto se destine al desarrollo de productos y a investigación y desarrollo (I+D). Mientras tanto, el marketing y las operaciones consumen una parte mayor del presupuesto, lo que refleja la necesidad de crecimiento sostenido y presencia en el mercado. Esta fase marca la transición del desarrollo de productos a la ampliación y optimización de las ofertas existentes.
Conclusión
A lo largo de estas fases, las cifras exactas pueden variar en función del tipo de startup y de su trayectoria de crecimiento de los ingresos. Por ejemplo, las empresas de software como servicio (SaaS) suelen seguir una pauta según la cual aproximadamente el 20% de sus ingresos se asigna sistemáticamente al desarrollo de productos a medida que crecen.
Comprender estas tendencias de asignación presupuestaria puede ayudar a las startups a planificar estratégicamente sus recursos financieros y priorizar sus iniciativas de crecimiento de forma eficaz.
Referencias: Built In Chicago, Crunchbase, Finmark
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